Reconozco y, no me avergüenzo por ello, que necesito a los demás que me hace falta la ayuda y el cariño de mis semejantes. Para algunos esto es señal de debilidad, de dependencia. El necesitar a los demás no significa depender de otros para ser tú mismo, bien al contrario soy más, yo mismo, cuando puedo contar con los que me rodean ya sean familiares, amigos, los compañeros del trabajo o el panadero de la esquina. Es cierto que nos educan para ser independientes y fuertes y no mostrar signos de debilidad, pues los demás pueden aprovecharse de ello y lastimarnos. Pero yo digo nadie puede lastimarnos sin nuestro consentimiento y además, ¿qué conseguimos con esto? ¿impresionar a los demás? ¿creernos autosuficientes?. Prefiero vivir la vida en una inter-dependencia sana con los demás y con el mundo que me rodea, aunque me tachen de débil, que llorar ocultamente, haciéndome el fuerte. Gracias “Paulo Coelho”, por tu artículo de El Semanal, en donde hablas de esto y del que te entresaco algunas ideas que hago mías y que me permite desnudarme un poco de mis sentimientos en mi blog. También necesito de las rosas como éstas que las he criado en mi corral, bueno mejor dicho, las riego y les hecho algo de abono y ellas salen agradecidas sin pedir nada más a cambio. ¡Qué generosidad más grande! Y que belleza.
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