CHUPINAZO DE FIESTAS

Ayer fue el chupinazo. Es la forma como en nuestros pueblos de Navarra, no sé si en otros sitios, dan comienzo a las fiestas. Es el “cohete” que te anuncia que ya te puedes poner el pañuelico al cuello que empieza la juerga. Este año el lanzador ha sido Quique, al que desde aquí le felicito, por el aprecio que le tengo y porque sé de su entrega como concejal, a hacer todo lo mejor por su pueblo, antes cuando tenía responsabilidades desde el gobierno municipal (en la foto Quique con la bandera de Milagro en año 1.999) y ahora en la oposición. Se notó además que lo tiraba él, gran aficionado a los petardos, y a la caza, pues sonó como si fuera un cohete de los del pedrisco. Hoy es el día grande, con la procesión de San Blas, como acto central y el desembarco de los jefes políticos en la comitiva que este año no van a comer, por aquello o por esto de la crisis. Dicen que dijo un político, a cuento de eso de las comidas oficiales, y/o las llamadas comidas de trabajo, lo siguiente: “no tenéis ni idea, la cantidad de langostinos que me tengo que comer para ganarme las alubias”. Ingenioso, cuando menos él ¿no? La política, ya dicen y lo he podido comprobar personalmente que tiene muchos inconvenientes, pero la malnutrición, no es uno de ellos. De todas maneras si para algunos su paso por la política fuesen solo los langostinos nos podíamos dar con un canto en los dientes, pero desgraciadamente hay cosas más gordas y no insinúo solo las que tienen que ver con la vestimenta. Hoy me he despertado temprano, esto tiene que ver mucho, con lo pronto que me acosté anoche y he oído a lo lejos, a la rondalla, cantar la aurora muy temprano. Mañana lunes será otro día. Felices fiestas.