LA CUEVA DE LOS MOROS ESTÁ HERIDA

EL CASTILLO DE MILAGRO

Allá por el año 1098, Pedro I, rey de Navarra y Aragón en su ofensiva contra los sarracenos, mandó construir la atalaya de Milagro, para consolidar el dominio cristiano frente a las plazas musulmanas. En todos los documentos consultados se le llama castillo y se desconoce si fue edificado sobre los restos de otro anterior, pero es muy probable dada la situación estratégica en la que se encuentra.

Durante el siglo XV, la inestabilidad política y militar, guerras civiles entre los reinos cristianos, volvería a dar al castillo de Milagro la importancia y dimensión de sus mejores tiempos, para finalmente ser destruido, junto con casi todos los castillos de Navarra, cuando Fernando de Aragón conquistó Navarra.

Esta destrucción, sobre todo de las partes más defensivas, dejó en pie restos, incluso en condiciones de habitabilidad que ya con el paso de los siglos y su total abandono, ha dado lugar a lo que hoy vemos, pero que al comienzo del siglo XIX, concretamente en el año 1802, permanecía el antiguo castillo con sus fosos y contrafosos.

La tradición popular, todos lo hemos oído de pequeños, hablaba de galerías y pasadizos subterráneos que llegaban hasta el río, cosa muy verosímil, teniendo en cuenta la orografía del terreno y la cantidad de cuevas habitadas que hubo en la zona, pero nada de esto se ha podido, desgraciadamente, documentar y hoy contemplamos ésta imagen de lo que fue el castillo, la cueva o la peña de los moros como le llamamos, que la historia nos legó y que la acción de la naturaleza, acabará soterrando.

Mientras esto no suceda, aún podemos admirar estas paredes heridas que se resisten a morir y que a lo mejor podríamos replicar en otro lugar cercano. No sé si estoy diciendo algo descabellado, pero me da la impresión, así ha sucedido con el puente de hierro y el ayuntamiento viejo que Milagro se va quedar sin su historia visual, para las generaciones futuras.