SIN LA PAGA EXTRAORDINARIA DE NAVIDAD

Cumpliendo los 60

Mañana tengo que volver al trabajo, después de 4 semanas de inactividad laboral, con la ilusionante idea de que no voy a cobrar la paga extra de navidad. Tengo la motivación por los suelos.

Me tengo que resignar y me tengo que mentalizar que esta “putada” que me ha hecho Rajoy, no influya en mi trabajo, cara a los demás y que mi rabia e impotencia la proyecte hacia él, cual muñeco de “vudú” al que le clavaré las agujas de mi cólera.

La paga extraordinaria, entiendo que forma parte del salario bruto anual, cuya parte proporcional nos detraen todos los meses y  que nos llega junto, en dos veces,  meses de junio y diciembre y que uno la espera para hacer algún gasto extra que no te puedes permitir el mes a mes.

No soy una persona de grandes, ni pequeños gastos extraordinarios que también existen, pero como todo hijo de vecino, siempre hay imponderables que hay que cubrir.

Puedo decir que me han robado un dinero que me correspondía, en aras a paliar un déficit que yo no he creado.

Me permito decir que “se jodan” que a pesar de todo voy a ejercer mi trabajo como siempre hasta ahora lo he hecho y que las “gafas progresivas” que me tenía que hacer esperarán “sine díe” que tampoco compraré lotería que los turrones no me gustan mucho que el coche aún me tira bien que la calefacción solo la encenderé cuando haga, mucho, mucho, mucho frio que el ordenador aún me responde bien que el reloj si le cambio la pulsera es como si estuviera nuevo que no me quiero ir a ningún sitio fuera de mi pueblo que a lo mejor dejo de fumar, esto último no lo tengo tan claro, y que he visto que en el armario, tengo ropa y calzado que hace tiempo que no me ponía y que me queda bien.

Me gusta la Navidad y me va a seguir gustando a pesar de todo y les deseo a todos los responsables de ésta y otras medidas de recortes que ha tomado, un mal año nuevo, pues esto será bueno para el resto de los ciudadanos. Que os den y os jodéis.