Canto a un “Pueblo Blanco” de Serrat, canto melancólico, con versos duros de desesperanza, pero que tienen algo que toca lo profundo de mis raíces y que me recuerdan a mis padres y antepasados que descansan en el cementerioLa vida se vive en presente, en el instante que sucede y se vuelve pasado, en el siguiente instante. Cada letra que golpeo en el teclado, ahora mismo, se hace pasado en la próxima.Pero uno vive el presente con todo su bagaje personal, forjado a lo largo del pasado, con lo bueno y malo, con sus errores y con sus aciertos.Salí de mi pueblo, volví a mi pueblo, no sé si blanco o rojo, me gusta más el “rojo”, también por el color de sus cerezas y entre mis coetáneos sigo transitando en una soledad acompañada de todas esas personas con las que me veo cada día, entre los que hay amigos a los que aprecio.
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